GRUPO DE TRABAJO 17: AGRICULTURA Y SOBERANIA ALIMENTARIA
1. Declarar y denunciar que el agronegocio y su lógica de producción de alimentos para el mercado y no así para el derecho a la alimentación, es una de las causas principales del cambio climático a través del cambio de uso de suelo (deforestación y expansión de la frontera agrícola), los monocultivos, la utilización excesiva de insumos derivados de la industria petroquímica, el procesamiento de alimentos, toda la logística de transporte de alimentos hasta llegar al consumidor y también a través de su modelo social, económico y cultural de producción y consumo.
2. Denunciar que el cambio climático, a través de la migración que genera en las áreas rurales, es una amenaza para los pueblos indígenas/originarios, campesinos y agricultores quienes son los más damnificados al ser destruidos sus medio de vida, su sabiduría agrícola ancestral y local y, por ende, su identidad.
3. Cuestionar las lógicas y prácticas de producción de alimentos de la agropecuaria convencional que generan el cambio climático haciendo perder a la Madre Tierra su capacidad productiva frente a la erosión, la salinización, la acidificación, la compactación de los suelos y la destrucción de la diversidad biológica y natural.
4. Prohibir las tecnologías que provocan y aceleran el cambio climático como: los agrocombustibles, los Organismos Genéticamente Modificados, la nanotecnología y todas aquellas que bajo el supuesto de ayudar al clima, en realidad atentan contra la soberanía alimentaría.
5. Promover políticas de control estatales sobre los sistemas de producción agropecuaria para evitar el daño a la madre tierra.
6. Exigir que los gobiernos se comprometan en la defensa del modelo de producción agrícola campesino e indígena/originario, y otros modelos y prácticas ecológicos que contribuyan a solucionar el problema del cambio climático y aseguren la soberanía alimentaria, entendida como el derecho de los pueblos a controlar sus propias semillas, tierras, agua y la producción de alimentos, garantizando, a través de una producción agroecológica, local y culturalmente apropiada, el acceso de los pueblos a alimentos suficientes, variados y nutritivos en complementación con la Madre Tierra y profundizando la producción autónoma (participativa, comunitaria y compartida) de cada nación y pueblo.
7. Impulsar que la agricultura intensiva convencional implemente progresivamente la producción agroecológica, tomando en cuenta la producción de alimentos para todos, a partir de los conocimientos locales y con innovación tecnológica complementaria con la Madre Tierra.
8. La agricultura debe enfocarse en mejorar sus prácticas productivas y en complementarse con las agriculturas del ayllu campesino e indígena.
9. Los Estados y los pueblos deberán controlar, regular y planificar el uso eficiente y racional del agua dentro de los sistemas de producción alimentaria en términos de mitigación y adaptación del cambio climático.
10. Remarcar que la Soberanía Alimentaria es un camino para la adaptación al cambio climático, así como para su mitigación, a la vez que genera resiliencia en las comunidades.
11. Reconocer que parte de la solución del cambio climático se da a través de la agropecuaria que radica no solamente en cambiar la lógica de producción de alimentos orientada al mercado y el lucro, sino también en cambiar la visión que asume que la tierra es un recurso sin derechos orientada a satisfacer al ser humano.
12. Censurar cualquier estrategia político-militar que atente contra la soberanía alimentaria de los pueblos, los vuelve vulnerables al cambio climático.
13. Condenar cualquier estrategia o mecanismo comercial (tratados de libre comercio, partenareados) que atente contra la soberanía alimentaria e incentive al cambio climático.
14. Hacer un llamado a los países industrializados a dejar la práctica de subsidios ilegítimos hacia su sector agrícola y las prácticas de dumping (venta de productos por debajo del costo de producción) que distorsiona los precios de los alimentos afectando la soberanía alimentaria y haciendo que los países no desarrollados sean vulnerables al cambio climático.
15. Se deben implementar redes de protección social, basadas en políticas de soberanía alimentaría con recursos de los que provocan al cambio climático.
16. Declaramos que los impactos del cambio climático a la soberanía alimentaría debe ser insertado dentro del marco de negociaciones sobre el cambio climático.
3 comments
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Abril 13, 2010 a 12:46 pm
Dionicio Nina
Se debe plantear el concepto del “Bien vivir”, basado en la conviviencia armonica con la madre naturaleza y no el “vivir bien” es decir, vivir mejor a costa de otro. Con las politicas del Neoliberalismo se han mercantizado las tierras y los recursos naturales, aspecto que no deja desarrollar la Sobernía Alimentaria, solo es un “eslogan” de la politica de estado y no toma como una practica ancestral de nuestros pueblos indigenas originarios.
Abril 14, 2010 a 4:44 pm
Sheila Martínez
El vivir bien debe ser concebido desde el enfoque de la integralidad del ser humano, eso implica la persona, el respeto de la creación de Dios(naturaleza), respeto al projimo,etc. Lamentablemente la historia de la humanidad a traves del tiempo nos ha mostrado que los mismos seres humanos hemos convertido a nuestras comunidades, pueblos,ayllus, (esto incluye la naturaleza ) a partir de las politicas de estado con el paraguas de desarrollo especialmente en los pises”Del tercer Mundo”, las consecuencias ya las estamos palpando, pero más aun llegará cuando nosotros ya no estemos en este mundo. Cada uno de nosotros debemos tomar conciencia de la realidad y tomar acciones verdaderas.
Abril 20, 2010 a 5:30 pm
Gregoria
El “vivir bién” visto desde la logica cristiana es como lo comentan todo en torno al ser humano. Pero la cosmologia andina no ve al ser humano como lo maximo de la creación. Nó! en nuestra religión originaria lo sagrado es la vida misma, por ello se habla de que hasta las piedras tienen vida a la que se debe respetar. Y es importante entender que Bolivia esta en proceso de descolonización y en este momento los ayllus que existen son un milagro ya que se ha implantado una política de avasallamiento y destrucción en contra de ellos. Esto con leyes, persecución, negación humillación y estrangulamiento económico además de la no construcción de estructura alguna en el país. Es como si Bolivia se estuviera fundando recien.
Respecto a la seguridad alimentaria hoy en día posiblemente sea imposible que sea realisable ya que la globalisación se ha encargado de hacernos comer fideos importados en véz de quinoa que la compran ellos por ser un alimento de primera mientras nosotros nos comemos su comida chatarra que les da a ellos ganancias. PEro de lo que se trata es que a nivel regional nos podemos muy bién complementar y sembrar los productos mejor adaptados a nuestras tierras. Es por ello importantismo hacer estudios de agricultura adaptados a los suelos, agua y temperatura de las diferentes zonas agrarias.
LAs propuestas de trabajo de la mesa responden justo a los problemas que hoy se enfrentan. PEro sería además necesario tener un punto que tome la exigencia de acabar con los patentes de empresas como la Monsanto que trata de contaminar nuestras semillas y luego cobrar por todo lo que cresca en la tierra diciendo que ellos son dueños de la patente. En esta lucha tendría que estar la lucha por recuperar la patente de nuestra quinoa por ejemplo. Es decir prohibición a patentar a productos propios de ciertas regiones como lo es en los andes las papas, la quinoa, el amaranto, la oca y otros productos más que son resultado de nuestra cultura milenaria y que no puede ser patentada por paises ricos solo por que ellos hacen las leyes internacionales e influyen en todas las instituciones que las controlan ellos mismos. No a los transgenicos.
Acerca de los subsidios de los estados es de incumbencia de la política propia de cada país. Y por ello ningún otro país la puede imponer a otro no dar apoyo a su agricultura. Lo que si hay que condenar es que los países ricos subsidién a sus agricultores y acto seguido se los prohiban a los países pobres para acto seguido hacernos creer que se trata de competencia libre, eso es un engaño.